viernes, 5 de junio de 2009

Adolescentes y Celulares

Este es un reportaje que explica cual era el uso de los celulares y como es ahora:

Fines de los ‘90: “Mi mamá me llama”
El uso que los adolescentes hacían del celular en estos años solía limitarse a recibir llamadas, básicamente de sus padres, con el objetivo de localizarlos inmediatamente. Comunicarse entre pares era algo poco usual, ya que no todos los integrantes de su grupo de pares tenían un teléfono –esto tardaría 5 años en resolverse-.

Año 2000: Si sólo fuera un mensajero portátil
La posibilidad de intercambiar mensajes de texto comienza a ser vista, por sus potenciales usuarios, como un “ICQ portátil”, dada la convivencia de los adolescentes con la mensajería instantánea.

Año 2003, antes del boom: uso limitado y compartido con otro integrante de la familia
Por lo general, el uso del celular se limitaba a ciertas salidas nocturnas o durante el fin de semana. Al obstáculo tecnológico de contar con un equipo no apto, se sumaba la falta de interconexión entre distintos operadores y la poca cantidad de interlocutores posibles entre su grupo de pares. No obstante, los jóvenes mostraban gran receptividad a los SMS, aunque más no fuera para experimentar.

Año 2004, año del despegue: comienza el efecto de red
Para este entonces, las ventas de celulares crecieron notablemente, llegando a sectores que nunca antes habían podido acceder al servicio. Así, el celular dejó de ser visto como un elemento suntuario. A medida que el celular se iba propagando entre sus pares, los adolescentes comenzaron a utilizarlo más para socializar, ampliando su uso. La capacidad de enviar y recibir mensajes se convirtió en la principal atracción, siendo la voz un requisito paterno y casi accesorio. El uso de los mensajes de texto comienza a propagarse entre los pares “por contagio”.

Año 2005: objeto personal
En el último año, el celular en este segmento deja de ser percibido como un medio de comunicación complementario para ocupar cada vez más el lugar de un dispositivo personal. Los SMS quedan claramente establecidos como la forma de comunicación que define a este segmento -lo que más extrañarían si tuviesen que prescindir del celular-. Además, el celular se consolida como poli-funcional -la alarma cumple la función de despertador, el reloj del celular desplaza al de pulsera y los juegos y SMS ayuden a “matar el tiempo”-. La estética y accesorios de personalización cobran especial importancia, con lo cual el celular se convierte en un ícono adolescente, que reafirma la identificación y pertenencia con un grupo. Los jóvenes ya no se conforman con tener un móvil sino que buscan actualizarlo constantemente.

¿Que opinan? ¿Será cierto?

1 comentario:

  1. yo creo que es cierto lo que viene en esa noticia conforme pasan los años asi es la evolución de la comunicación.

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